En un desarrollo que ha sacudido la ya tensa región de Oriente Medio, aviones de combate estadounidenses llevaron a cabo ataques aéreos contra tres instalaciones nucleares clave en Irán hoy, según reportes. Horas después de la operación, el Presidente Donald Trump emitió un comunicado calificando el ataque de “exitoso”.
Los bombardeos tuvieron como objetivo las plantas de enriquecimiento de Fordow, Natanz e Isfahán, consideradas pilares del programa nuclear iraní. Aunque los detalles militares específicos no han sido completamente verificados, el Presidente Trump afirmó que se descargó “una carga completa de bombas” sobre Fordow, una instalación conocida por su fortificación y ubicación subterránea. Algunas fuentes, citadas por medios de comunicación, sugieren que la operación pudo haber involucrado bombarderos B-2 Stealth, equipados con la potente capacidad de penetración de las bombas antibúnker.
“Hoy hemos presenciado un momento histórico para Estados Unidos, Israel y el mundo”, declaró Trump en sus redes sociales, donde confirmó que todos los aviones estadounidenses regresaron a salvo de la misión. El Presidente también anunció que se dirigiría a la nación para ofrecer más detalles, instando a Irán a “aceptar poner fin a esta guerra”.
Los ataques llegan en un momento de máxima volatilidad, en medio de diez días de conflicto entre Israel e Irán. Esta acción directa de Estados Unidos marca una significativa escalada en la intervención en la región. La comunidad internacional no tardó en reaccionar, con China y Rusia solicitando una reunión urgente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para abordar la situación. Paralelamente, los mercados petroleros experimentaron fuertes fluctuaciones, reflejando la incertidumbre global.
La situación en Oriente Medio se mantiene en un punto crítico. La pregunta que ahora resuena en todo el mundo es si este ataque puntual será un hecho aislado o el preámbulo de una confrontación aún mayor en la región
