La reforma a la salud en Colombia, una de las principales iniciativas del presidente Gustavo Petro, ha experimentado un viaje tumultuoso. A pesar de su aprobación inicial por la Cámara de Representantes, la reforma fue finalmente archivada en la comisión séptima de la Cámara de Representantes con 9 votos en contra.
La propuesta de reforma tenía como objetivo transformar el modelo actual de atención, mejorar la calidad de los servicios, garantizar la cobertura universal, eliminar las EPS como intermediarias y fortalecer el papel del Estado como regulador y financiador. Sin embargo, la derrota de la reforma en el Senado ha dejado en claro la necesidad de que el presidente busque consenso con otras fuerzas políticas.
El revés para el ejecutivo colombiano ha sido descrito como una de las semanas más convulsas para el gobierno izquierdista de Petro. A pesar de los desafíos, el ministro de Salud y Protección Social, Guillermo Alfonso Jaramillo, ha reafirmado su compromiso de seguir trabajando por los derechos fundamentales de todas y todos los colombianos.
Este episodio subraya la complejidad y la importancia de la reforma de la salud en Colombia. Aunque la propuesta de reforma ha sido archivada por ahora, la necesidad de un sistema de salud más equitativo y accesible sigue siendo un tema crucial en la agenda política del país. La lucha por la salud universal en Colombia continúa.
